Uno a veces se pregunta
por qué ha acumulado una bola
más grande que sus fuerzas
y la empuja como quien empuja el día.

Uno a veces se detiene
y comprende que el estiércol
tira de él
como del escarabajo.






© Virginia Navalón, Bestiario



El mundo, lleno

de dioses 

que crean mundos.


Concatenación de matrioskas.
 





© Virginia Navalón, Matrioska




Se afila el cuchillo,

silba el filo sobre la piedra,

se afila el tren sobre la vía,



silba el cuchillo,

se afila la fuga sobre el raíl,

silba el viento sobre la hoja.



Tú te vas.



Yo me desangro.





© Virginia Navalón, El peso de las alas 

El peso de las alas 



Huele a cebolla
y no es el aliento de este calor.
Huele a cebolla
y no es la axila de la tarde.

Quizá sean las pieles concéntricas
de esta rosa blanca del adiós.

O quizá las lágrimas.








© Virginia Navalón, El peso de las alas